Hay una exposición en el Reina Sofía sobre tecnologías y arte. Me hace gracia ver cómo ha cambiado todo, no hay más que ver la diferencia entre El Prado y el Reina Sofía para darse cuenta. Es verdad que El Prado tiene obras de arte impresionantes, dignas de detenerse a ver pero ahí está el problema, que no nos detenemos a mirar, a observar. Esta exposición es inmediata, es totalmente visceral e instantánea. Entra por los ojos y se instala en tus intestinos moviéndolos, creando sensaciones que no puedes explicar.
Realmente, el titulo es acertado si lo enfocas de esa manera, como algo visceral. La tecnología, al fin de al cabo, no es más que un reflejo de nuestra "maquinaria" interior.
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